Desde que George A. Romero nos presentó su influyente Night on The Living Dead en 1968 tenemos una idea muy precisa de lo que es un zombie. Esto básicamente ha borrado de la cultura popular la representación “real” de lo que se solía conocer como “zombie”, que eran las personas “traídas de la muerte” por un sacerdote vudú. Estas personas en realidad no son muertos vivientes, sino que por los efectos de una droga han dado la impresión de estar muertos y luego son recuperados de la tumba con daños mentales.
The Serpent and the Rainbow es una de las pocas películas “Post-NOTLD” que tratan a los zombies desde este ángulo. En ella seguimos a Dennis Alan, un hombre que es enviado a Haití por una compañía farmacéutica, a investigar la supuesta droga capaz de hacer que un hombre pase por muerto con la idea de crear un nuevo tipo de anestesia. Tan pronto nuestro protagonista llega a la isla esta se convierte en una de esas películas de “turistas en peligro”. Ya saben esos films en que personajes blanc... del primer mundo visitan tierras subdesarr.... digo, “exóticas” y terminan poniéndose en peligro a manos de los peligrosos negr... habitantes.
En este caso el peligro al que se enfrenta es el capitán Peytraud. Comandante de las fuerzas policiales de Haití y un poderoso hechicero Vudú. Un hombre que lo atormentará tanto físicamente como mentalmente.
Y es que a pesar de la aproximación “científica” con la que parece tocar el tema de los zombies, definitivamente esta es una película sobre magia negra y hechicería. Podremos ver algunos ritos vudú y sus efectos, los cuales a veces se traducen en unos geniales efectos prácticos. No vamos a ver monstruos ni nada por el estilo pero podremos disfrutar de unas secuencias oníricas de una gran calidad visual y mucha carga simbólica que los amantes del horror ochentero disfrutaremos sin duda. La mano del creador de A Nightmare on Elm Street se nota a leguas y es que definitivamente esta fue la mejor época de Wes Craven. Eso no la salva de tener algunos momentos genialmente “ridículos”, como cuando Dennis invoca a su espíritu animal para que le ayude a luchar.
Lo más interesante de esta película es que trata, y trata con ganas, de hacer un comentario político. La acción se desarrolla durante el régimen de Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier, el tirano que controló Haití desde 1971 y al hacer a su villano la mano derecha de este hombre el film trata de comparar la forma como este convierte a sus víctimas en zombies con el abuso de Baby Doc contra su paìs. Pero la metáfora se queda a medias y solo cobra algo de vida al final cuando se nos muestra la revolución que lo derrocó.
Pero es gracioso que involuntariamente la película sí termina haciendo comentario político, pero en contra de los Estados Unidos. Dennis (Que no he mencionado, es interpretado de forma bastante plana por Bill Pullman) va en búsqueda de la droga para usarla en beneficio corporativo, lo que no se puede leer de otras manera más que como Estados Unidos apropiándose de las costumbres y recursos de países menos desarrollados para su propio enriquecimiento. Tampoco ayuda que la imagen que se da de Haitì es la que les gusta a los gringos para respresentar a su patio trasero. Lugares feos, pornomiseria, un exotismo en lo “raro”, en las costumbres de los “menos cultos”, y claro, al final el hombre blanco termina derrotando a los locales con su propia magia, porque los gringos son lo mejor en todo, hasta en las costumbres de los demás.
Pero crítica social aparte, me gustó muchísimo esta película. Es vibrante, llena de momentos interesantes, buenos efectos y de una visión del vudú y los zombies que tristemente no se ve mucho en los medios. La historia en si y los personajes no son lo más atractivo del mundo, pero Wes Craven supo como usar el resto de elementos en su favor.
Lo Bueno: Una visión diferente del vudú y los zombies. Muy buenos efectos especiales y algunas escenas inolvidables.
Lo Malo: Que se queda a medias en su intento de hablar sobre el reino de terror de Duvalier.
Lo Feo: La voz en off del narrador no solo resulta “cheesy”, sino que es absolutamente innecesaria y se limita a contarnos lo que ya estamos viendo en pantalla.
CALIFICACIÓN: 7/10