Sinopsis: Un análisis del cine de terror Colombiano buscando descubrir lo que nos asusta y lo que no en el contexto de los horrores que hemos vivido en el país.
Te gustará si te gustó: El Páramo - Carne de tu Carne - Pura Sangre.
No se cuando ni por que ocurrió, pero llegó un momento en que perdí todo interés en el cine nacional. Hubo una época en que yo estaba pendiente de cada nuevo lanzamiento y durante la que descubrí joyas como Los viajes del viento, pero sobre todo, películas de género como Saluda al diablo de mi parte o Yo soy otro. Esto era algo especial, ya que en nuestro país suele reinar es otro tipo de cine: pésimas comedias costumbristas, mientras que estas otras películas eran miradas culturales y críticas dignas de ver. También descubrí a geniales directores de décadas pasadas, como Carlos Mayolo o Luis Ospina y por supuesto, el poco cine de horror que se hace aquí; Llegué a reseñar Funeral Siniestro, Carne de tu Carne, Al Final del espectro, El Páramo, El Resquicio y otras pocas más mientras soñaba con que en un futuro cercano Colombia fuera reconocida por hacer películas de terror interesantes y diferentes.
Que tenemos hoy en día? Demental. El sueño no se cumplió.
Comencé a ver este documental con la esperanza de que reanimara mi interés en el cine de género colombiano, de que me dijera que hay buenos cineastas trabajando en él. No lo logró, pero en realidad Frankenstein no asusta en Colombia no es un trabajo que pretenda eso, su objetivo es analizar las razones por las que no hay cine de terror en nuestro país, echar una mirada analítica al poco que si existe y mostrarnos el potencial que hay para que haya más. Ese objetivo lo cumple... a medias.
El grueso de este trabajo consiste en entrevistas a diversos directores y críticos de cine nacionales hablando sobre sus propios trabajos y los de los demás en los géneros del terror y el suspenso. Si a ustedes les gustaron películas como las que mencioné hace un par de párrafos les va a encantar ver análisis a profundidad de ellas, lo que los inspiró y la forma en que los cineastas tomaron hechos reales y crearon estas historias a partir de ellos (como las explosiones del ‘56 en Cali para Carne de tu carne, los asesinatos del “monstruo de los mangones” para Pura Sangre o los horrores de la guerra contra la guerrilla para El Páramo) llegando a la conclusión de que los horrores que se viven día a día en Colombia hacen que los monstruos y espantos de Hollywood palidezcan (de ahí el nombre). Se usa como ejemplo el horrible evento en que unos paramilitares juegan fútbol con la cabeza de una de sus víctimas como balón y dicen que eso no se ve ni en las películas más escalofriantes (aunque de hecho, se ve en MUCHAS, unas tan famosas como Hostel: Part II y otras tan recientes como Goal of The Dead).
La verdadera conclusión a la que yo llego es que Colombia esta desaprovechando la herramienta tan importante que es este género de cine para exorcizar sus propios demonios. Así como en Estados Unidos se usan las películas de zombies para desahogarse de la ansiedad post-9/11, asi como los disturbios y protestas de la década pasada en Francia dieron paso a un cine hiperviolento sobre el miedo a los demás y los Japoneses llevan casi dos décadas poniendo la frustración social de sus atiborradas vidas en historias de Ju-reis, Colombia debería estar haciendo muchas más películas que mediante monstruos, fantasmas y asesinos ventilar los horrores de la violencia y corrupción entre la que vivimos.
Lo Bueno: Es un excelente repaso por el catálogo de películas de terror del país.
Lo Malo: Ese catálogo es tan corto que muchas veces las ideas se repiten de un entrevistado a otro.
Lo Feo: No me entrevistaron a mi XD (y el título... Frankenstein no es el monstruo sino el cread... olvídenlo).
No se cuando ni por que ocurrió, pero llegó un momento en que perdí todo interés en el cine nacional. Hubo una época en que yo estaba pendiente de cada nuevo lanzamiento y durante la que descubrí joyas como Los viajes del viento, pero sobre todo, películas de género como Saluda al diablo de mi parte o Yo soy otro. Esto era algo especial, ya que en nuestro país suele reinar es otro tipo de cine: pésimas comedias costumbristas, mientras que estas otras películas eran miradas culturales y críticas dignas de ver. También descubrí a geniales directores de décadas pasadas, como Carlos Mayolo o Luis Ospina y por supuesto, el poco cine de horror que se hace aquí; Llegué a reseñar Funeral Siniestro, Carne de tu Carne, Al Final del espectro, El Páramo, El Resquicio y otras pocas más mientras soñaba con que en un futuro cercano Colombia fuera reconocida por hacer películas de terror interesantes y diferentes.
Que tenemos hoy en día? Demental. El sueño no se cumplió.
Comencé a ver este documental con la esperanza de que reanimara mi interés en el cine de género colombiano, de que me dijera que hay buenos cineastas trabajando en él. No lo logró, pero en realidad Frankenstein no asusta en Colombia no es un trabajo que pretenda eso, su objetivo es analizar las razones por las que no hay cine de terror en nuestro país, echar una mirada analítica al poco que si existe y mostrarnos el potencial que hay para que haya más. Ese objetivo lo cumple... a medias.
El grueso de este trabajo consiste en entrevistas a diversos directores y críticos de cine nacionales hablando sobre sus propios trabajos y los de los demás en los géneros del terror y el suspenso. Si a ustedes les gustaron películas como las que mencioné hace un par de párrafos les va a encantar ver análisis a profundidad de ellas, lo que los inspiró y la forma en que los cineastas tomaron hechos reales y crearon estas historias a partir de ellos (como las explosiones del ‘56 en Cali para Carne de tu carne, los asesinatos del “monstruo de los mangones” para Pura Sangre o los horrores de la guerra contra la guerrilla para El Páramo) llegando a la conclusión de que los horrores que se viven día a día en Colombia hacen que los monstruos y espantos de Hollywood palidezcan (de ahí el nombre). Se usa como ejemplo el horrible evento en que unos paramilitares juegan fútbol con la cabeza de una de sus víctimas como balón y dicen que eso no se ve ni en las películas más escalofriantes (aunque de hecho, se ve en MUCHAS, unas tan famosas como Hostel: Part II y otras tan recientes como Goal of The Dead).
La verdadera conclusión a la que yo llego es que Colombia esta desaprovechando la herramienta tan importante que es este género de cine para exorcizar sus propios demonios. Así como en Estados Unidos se usan las películas de zombies para desahogarse de la ansiedad post-9/11, asi como los disturbios y protestas de la década pasada en Francia dieron paso a un cine hiperviolento sobre el miedo a los demás y los Japoneses llevan casi dos décadas poniendo la frustración social de sus atiborradas vidas en historias de Ju-reis, Colombia debería estar haciendo muchas más películas que mediante monstruos, fantasmas y asesinos ventilar los horrores de la violencia y corrupción entre la que vivimos.
CALIFICACIÓN: 6/10
Regresar a Cine de Horror Colombia
Yo hice un documental similar dos años atras de que se hiciera este llamado "Nuestro Horror" pero paso bastante desapercibido (en parte porque como fue mi primer documental, Este carece de muchas cosas que he ido puliendo con los años, fue mas que todo un proceso de aprendizaje). En estos días lo subiré online y me gustaría que me dieras tu opinión. Un saludo.
ResponderBorrar