Sinopsis: Marybeth ha logrado acabar con Victor Crowley, pero es retenida por la policía bajo sospecha de asesinato, mientras tanto, el equipo que trata de recuperar los cadáveres del pantano se encuentra con que el horror de Crowley no ha terminado.
Impresión Inicial: Divertida y violenta, pero lejos de ser tan buena como las anteriores.
Guión y Desarrollo: La primer Hatchet prometía puro horror ochentero y lo cumplió con creces, la segunda mantuvo la fórmula de slashers como Friday The 13th respecto a las reglas de las secuelas... y qué mejor forma de probar que se es con orgullo un ”Slasher ochentero” que seguir con una tercera parte y tal vez más? Si, la saga Hatchet es puro slasher ochentero, y con todo lo bueno que trae con ello, también trae todo lo malo, comenzando con una trama muy, muy débil.
OK, vale, la historia suele ser lo de menos importante de las películas de este tipo, lo que importa es la ejecución, y ahí si brilla Hatchet III, literalmente en las ejecuciones, su desarrollo está muy bien montado alrededor de las apariciones de Victor Crowley y los sangrientos resultados que tienen sus encuentros con los demás personajes, pero a mi si me gusta enterarme que hay detrás del todo, porque el slasher hace lo que hace o tiene esos poderes, y en este caso hay una historia sobre que no puede morir hasta “obtener lo que quiere” que crea una segunda trama algo aburrida en la que la heroína, acompañada de otros dos personajes van en una búsqueda forzada de algo que les va a ayudar a acabar finalmente con Crowley. Resulta curioso que la principal parte de la película recaiga en la actuación de personajes secundarios, pero afortunadamente varios de ellos tienen el trasfondo y la personalidad suficientes para que esto resulte interesante, y para qué de hasta algo de pesar cuando mueren de formas espectacularmente violentas.
Aspectos técnicos: La saga no ha perdido calidad técnica en cuanto a los efectos especiales, las escenas gore siguen luciendo brutales y un “poco” realistas (excepto cuando NO deben lucir realistas). Me encanta que aún hayan films que se interesen por lograr los mejores efectos posibles sin recurrir al CGI. El problema viene en que si se ha perdido bastante la originalidad de los efectos de la que gozaron las dos primeras entregas, aunque las decapitaciones y desmembramientos exagerados aún tienen su impacto, se echa en falta muertes absurdas y exageradas de antes.
Otra vez, y al igual que en las anteriores, la iluminación sigue siendo un logro. A pesar de ocurrir en un pantano durante la noche el film luce brillante y no se pierde detalle alguno, y aun logra hacer ver al lugar lúgubre y macabro.
Y por si fuera poco, el film comienza al ritmo de Gwar, que nos pone en el estado de ánimo perfecto para este film.
Actuaciones: Sorprendentemente decentes. Claro, no podemos esperar menos de la bella Danielle Harris, aun cuando su personaje pasa a un desaprovechado segundo plano, pero también tenemos en la primera línea de combate a Derek Mears (que combinado con el Victor Crowley de Kane Hooder hace de este film un encuentro de Jasons) y a Zach Galligan que estan perfectos en sus roles, con unos secundarios que también estan excelentes.
Lastimosamente también tenemos a un auxiliar del sheriff que solo sirve como un mal alivio cómico y a Amanda Fowler como el obligado personaje de “exposición de la trama”, ambos en la subtrama desechable de la que les hablé antes.
Ah! antes de que se me olvide, tenemos dos cameos muy divertido, uno de un personaje del primer Hatchet y otro del gran Sid Haig, que solo esta para una escena cómica, pero da un enorme gusto verlo.
Reflexiones: La trama, yo digo que la trama no importa mucho en un slasher, y es cierto, pero tener una buena trama también les puede agregar mucho interés. Ese es el punto débil de esta película (y de la saga en general) y si queremos verla convertida en una de las clásicas del horror, tienen que arreglarlo en la próxima entrega, si es que hay... yo quiero que si.
Lo Bueno:Ver de nuevo a Victor Crowley despedazando gente es muy agradable.
Lo Malo: Una trama cada vez más débil, aún más que en los filmes anteriores.
Impresión Inicial: Divertida y violenta, pero lejos de ser tan buena como las anteriores.
Guión y Desarrollo: La primer Hatchet prometía puro horror ochentero y lo cumplió con creces, la segunda mantuvo la fórmula de slashers como Friday The 13th respecto a las reglas de las secuelas... y qué mejor forma de probar que se es con orgullo un ”Slasher ochentero” que seguir con una tercera parte y tal vez más? Si, la saga Hatchet es puro slasher ochentero, y con todo lo bueno que trae con ello, también trae todo lo malo, comenzando con una trama muy, muy débil.
OK, vale, la historia suele ser lo de menos importante de las películas de este tipo, lo que importa es la ejecución, y ahí si brilla Hatchet III, literalmente en las ejecuciones, su desarrollo está muy bien montado alrededor de las apariciones de Victor Crowley y los sangrientos resultados que tienen sus encuentros con los demás personajes, pero a mi si me gusta enterarme que hay detrás del todo, porque el slasher hace lo que hace o tiene esos poderes, y en este caso hay una historia sobre que no puede morir hasta “obtener lo que quiere” que crea una segunda trama algo aburrida en la que la heroína, acompañada de otros dos personajes van en una búsqueda forzada de algo que les va a ayudar a acabar finalmente con Crowley. Resulta curioso que la principal parte de la película recaiga en la actuación de personajes secundarios, pero afortunadamente varios de ellos tienen el trasfondo y la personalidad suficientes para que esto resulte interesante, y para qué de hasta algo de pesar cuando mueren de formas espectacularmente violentas.
Aspectos técnicos: La saga no ha perdido calidad técnica en cuanto a los efectos especiales, las escenas gore siguen luciendo brutales y un “poco” realistas (excepto cuando NO deben lucir realistas). Me encanta que aún hayan films que se interesen por lograr los mejores efectos posibles sin recurrir al CGI. El problema viene en que si se ha perdido bastante la originalidad de los efectos de la que gozaron las dos primeras entregas, aunque las decapitaciones y desmembramientos exagerados aún tienen su impacto, se echa en falta muertes absurdas y exageradas de antes.
Otra vez, y al igual que en las anteriores, la iluminación sigue siendo un logro. A pesar de ocurrir en un pantano durante la noche el film luce brillante y no se pierde detalle alguno, y aun logra hacer ver al lugar lúgubre y macabro.
Y por si fuera poco, el film comienza al ritmo de Gwar, que nos pone en el estado de ánimo perfecto para este film.
Actuaciones: Sorprendentemente decentes. Claro, no podemos esperar menos de la bella Danielle Harris, aun cuando su personaje pasa a un desaprovechado segundo plano, pero también tenemos en la primera línea de combate a Derek Mears (que combinado con el Victor Crowley de Kane Hooder hace de este film un encuentro de Jasons) y a Zach Galligan que estan perfectos en sus roles, con unos secundarios que también estan excelentes.
Lastimosamente también tenemos a un auxiliar del sheriff que solo sirve como un mal alivio cómico y a Amanda Fowler como el obligado personaje de “exposición de la trama”, ambos en la subtrama desechable de la que les hablé antes.
Ah! antes de que se me olvide, tenemos dos cameos muy divertido, uno de un personaje del primer Hatchet y otro del gran Sid Haig, que solo esta para una escena cómica, pero da un enorme gusto verlo.
Reflexiones: La trama, yo digo que la trama no importa mucho en un slasher, y es cierto, pero tener una buena trama también les puede agregar mucho interés. Ese es el punto débil de esta película (y de la saga en general) y si queremos verla convertida en una de las clásicas del horror, tienen que arreglarlo en la próxima entrega, si es que hay... yo quiero que si.
CALIFICACIÓN: 7/10
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