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Sinopsis: Asuka se muda a un nuevo complejo de apartamentos con su familia y pronto se da cuenta que algo extraño ocurre en el apartamento vecino, al investigar comienza a descubrir muertes y secretos propios que creía olvidados.
Impresión Inicial: Un buen J-horror al estilo de antaño, con un buen drama pero con un lado sobrenatural que se queda en buenas ideas mal ejecutadas.
Guión y Desarrollo: Al igual que en la mayoría de películas de terror del señor Nakata, en esta tenemos un drama personal rodeado por una historia sobrenatural y con un excelente manejo del misterio que se nota desde el primer momento, un misterio que nos lleva a revelar muchos giros interesantes, sobre todo en torno a los secretos que guarda la protagonista y que, cuando son revelados a mitad de la historia, arrojan una luz totalmente nueva sobre todo lo que ha ocurrido y lo que está por ocurrir.
La parte sobrenatural no está tan bien manejada. Aunque su concepto encaja perfectamente en la historia de Asuka y es una fuente de drama interesante, se siente carente en el manejo de los sustos. El fantasma tampoco impresiona y una vez que conocemos su “verdadera forma” causa menos impacto aún. El que se intente repetir la idea de un “momento icónico” a la Ringu solo lastima más la película. Por si fuera poco, muchas escenas se sienten forzadas, como la escena del exorcismo, o la de la grieta en la pared, pues no encajan en el desarrollo y carecen de lógica, y nos quedamos solo con la empatía que nos causa el sufrimiento de la joven protagonista.
Es totalmente pasable. El director ha hecho muchos mejores trabajos en el pasado en los que mezcla horror y drama logrando asustar y conmover a la vez, pero aquí, pese a contar con bases muy sólidas y un par de buenos personajes, pues les dá un tratamiento totalmente... común.
Aspectos técnicos: Nakata se ha destacado por tener muy buen ojo para la ambientación, y aunque en esta ocasión no alcanza el magistral nivel logrado en Dark Water, sigue siendo un maestro para crear escenarios que reflejan la depresión y la difícil situación de sus protagonistas, sabe usar los espacios vacíos para jugar con nuestras mentes y usa efectos baratos para crear una iluminación creativa, surreal y muy efectiva que combina con la excelente banda sonora. Pero su valor técnico no salva al resto de la trama, y mucho menos al fantasma, que resulta bastante pobre para ser el eje de los momentos de horror del film.
Actuaciones: Atsuko Maeda logra a la perfección el papel de la alegre Asuka, luego la asustada Asuka, la preocupada Asuka y luego la traumada Asuka, bordándola en las escenas en que se revela el giro sobre su pasado. Es bueno que ella esté en la mayoría de escenas, ya que distrae de las demás actuaciones que están en el rango entre lo mediocre y lo aceptable... excepto por el papel del fantasma que esta terrible, no voy a dejar de insistir en lo mucho que lastima a esta historia tener un personaje tan débil como la fuente de los (inexistentes) sustos.
Reflexiones: Algo que destaco mucho la película es la forma en que se manejan los efectos psicológicos del síndrome de culpa del sobreviviente, que logró hacerme poner en el lugar del personaje que lo sufría y pensar en lo horrible que sería estar en su situación, algo que no quiero experimentar jamás en mi vida y que resulta mucho más aterrador que cualquier intento de susto que The Complex pudiera intentar con su fantasma de pacotilla.
Impresión Inicial: Un buen J-horror al estilo de antaño, con un buen drama pero con un lado sobrenatural que se queda en buenas ideas mal ejecutadas.
Guión y Desarrollo: Al igual que en la mayoría de películas de terror del señor Nakata, en esta tenemos un drama personal rodeado por una historia sobrenatural y con un excelente manejo del misterio que se nota desde el primer momento, un misterio que nos lleva a revelar muchos giros interesantes, sobre todo en torno a los secretos que guarda la protagonista y que, cuando son revelados a mitad de la historia, arrojan una luz totalmente nueva sobre todo lo que ha ocurrido y lo que está por ocurrir.
La parte sobrenatural no está tan bien manejada. Aunque su concepto encaja perfectamente en la historia de Asuka y es una fuente de drama interesante, se siente carente en el manejo de los sustos. El fantasma tampoco impresiona y una vez que conocemos su “verdadera forma” causa menos impacto aún. El que se intente repetir la idea de un “momento icónico” a la Ringu solo lastima más la película. Por si fuera poco, muchas escenas se sienten forzadas, como la escena del exorcismo, o la de la grieta en la pared, pues no encajan en el desarrollo y carecen de lógica, y nos quedamos solo con la empatía que nos causa el sufrimiento de la joven protagonista.
Es totalmente pasable. El director ha hecho muchos mejores trabajos en el pasado en los que mezcla horror y drama logrando asustar y conmover a la vez, pero aquí, pese a contar con bases muy sólidas y un par de buenos personajes, pues les dá un tratamiento totalmente... común.
Aspectos técnicos: Nakata se ha destacado por tener muy buen ojo para la ambientación, y aunque en esta ocasión no alcanza el magistral nivel logrado en Dark Water, sigue siendo un maestro para crear escenarios que reflejan la depresión y la difícil situación de sus protagonistas, sabe usar los espacios vacíos para jugar con nuestras mentes y usa efectos baratos para crear una iluminación creativa, surreal y muy efectiva que combina con la excelente banda sonora. Pero su valor técnico no salva al resto de la trama, y mucho menos al fantasma, que resulta bastante pobre para ser el eje de los momentos de horror del film.
Actuaciones: Atsuko Maeda logra a la perfección el papel de la alegre Asuka, luego la asustada Asuka, la preocupada Asuka y luego la traumada Asuka, bordándola en las escenas en que se revela el giro sobre su pasado. Es bueno que ella esté en la mayoría de escenas, ya que distrae de las demás actuaciones que están en el rango entre lo mediocre y lo aceptable... excepto por el papel del fantasma que esta terrible, no voy a dejar de insistir en lo mucho que lastima a esta historia tener un personaje tan débil como la fuente de los (inexistentes) sustos.
Reflexiones: Algo que destaco mucho la película es la forma en que se manejan los efectos psicológicos del síndrome de culpa del sobreviviente, que logró hacerme poner en el lugar del personaje que lo sufría y pensar en lo horrible que sería estar en su situación, algo que no quiero experimentar jamás en mi vida y que resulta mucho más aterrador que cualquier intento de susto que The Complex pudiera intentar con su fantasma de pacotilla.
CALIFICACIÓN: 6.5/10
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