¿¡Tres películas de zombies seguidas que me gustan!? OK, esto merece análisis. Creo que estamos en medio de una nueva era respecto a este tipo de historias La recientemente reseñada Life after Beth, la serie iZombie y la película de la que hoy les hablo no tratan el tema de los zombies de la forma usual, con sobrevivientes enfrentándose a las hordas tambaleantes que a veces sirven como un reflejo de las ansiedades de la sociedad moderna o en ocasiones como efecto cómico.
En estas producciones el zombie es algo diferente, una especie de cine zombie post-post-moderno mucho más personal, puede representar a una relación destruida, una vida insatisfactoria o en el caso de Maggie la zombificación es un nada sutil ejemplo de cómo es vivir con una persona amada en medio de una enfermedad que está irremediablemente acabando con su vida.
Algo tiene que quedar muy claro desde ya. Maggie no es una película de terror. Maggie es un drama puro que usa solo el tema de la zombificación (aquí llamada “Necroambulosis”) para mostrarnos cómo enfrenta una chica la vida cuando sabe que su muerte es inevitable, como la enfrenta su padre y como es la relación entre ambos en esa situación. No hay horror zombie aqui, solo hay dos escenas en las que vemos a los personajes enfrentarse a los muertos vivientes y ninguna tiene resultados demasiado violentos (al menos no en cámara). Tampoco esperen que haya algún gran tiroteo al final ni que por fin se desate el apocalipsis zombie en el último acto, esta es una película densa, lenta, melancólica y reflexiva y tiene un final acorde. No esperen nada diferente. Está filmada con planos medios y primeros planos de rostros tristes y miserables, el cielo siempre es gris y cubre a un mundo desolado por la tragedia y que a duras penas logra mantenerse gobernado. No es una película alegre ni divertida.
Al presentarlo de esta manera puede parecer que esta película es mala y aburrida, pero nada más lejos de la realidad. Maggie puede ser un muy buen drama trágico para las personas (como yo) que disfrutan esta clase de tramas. Pero tenía que dejar bien claro eso para que no vayan a verla con las expectativas incorrectas, pues pueden resultar muy decepcionados.
Abigail Breslin está genial como siempre y resulta irónico que Arnold Schwarzenegger sea la verdadera revelación aquí. El siempre ha sido muy carismático, pero nunca fue buen actor. Aquí, en un rol en que no tiene muchos diálogos y casi toda su actuación es física y expresiva demuestra que tiene un gran rango que no le habíamos visto antes. Hasta quede antojado de verlo en más roles “difíciles” de ahora en adelante.
CALIFICACIÓN: 7/10
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