Hace algunos días decidí no escribir una reseña de la genial Bone Tomahawk. La razón? no era realmente una película de terror. Es un fantástico western, eso si, y es verdad que tiene un tema sobre canibalismo y un par de escenas que recuerdan al estilo de un slasher o un torture-porn. Pero estos son temas que no se alejan tanto de su género principal así que preferí dejarla por fuera.
Y ahora estoy en una nueva encrucijada. Spring tampoco es realmente una película de terror. Es una película romántica que integra elementos de horror y ciencia ficción. De acuerdo a la lógica anterior tampoco debería estar escribiendo sobre ella aquí... pero es que es una película tan única y diferente y los elementos “fantásticos” son tan interesantes que no quería quedarme sin hablar de ella.
Además este es mi blog y hago lo que me da la gana.
Durante la primera media hora de Spring nos preguntamos si estamos viendo la película correcta. Se nos cuenta la historia de Evan, un joven que tras perder a su madre y meterse en algunos problemas en California, decide huir hacia Italia, donde llega a un pequeño pero hermoso pueblo turístico en el que conoce a una chica espectacular, comienza a salir con ella, charlan sobre la vida, sobre ellos, sobre sus países... tienen sexo... y entonces la chica se despierta, decapita un gato y se le come la cabeza.
Eso fue bastante repentino.
Esta película se enfoca en la relación de Evan con esta chica llamada Louise y que obviamente esconde un gran secreto. Aunque la intriga que causa el conocer la naturaleza de esta mujer y el posible peligro que corra él al permanecer a su lado está muy bien manejada y mantiene el interés, el verdadero corazón de Spring se encuentra en la relación de ambos, en sus diálogos y en la química que hay entre ellos. (lol, química). En ese sentido no se diferencia mucho de películas como Before Sunrise (uno de los films que más amo en el mundo) o Before Sunset resultando en una bonita, sincera y hasta enternecedora relación entre los protagonistas.
Por el lado del terror, tenemos unas secuencias de transformaciones tremendas fruto de un magnífico trabajo de maquillaje y un poco de CGI. Algunos se los seres que vemos estan llenos de tentáculos y escamas y resultan tan aterradores como llamativos. Puedo decir que especialmente uno de ellos no se parece a nada que haya visto antes en ninguna película.
Usualmente el tema de las transformaciones y de pesadillas genéticas y bioquímicas se usa en los filmes de terror como metáfora del paso a la adolescencia, pero aquí se usa de una forma mucho más madura para explorar un poco temas como el ser humano, la existencia de dios, la naturaleza del amor, la mortalidad y hasta el duelo por los seres queridos. De esa forma durante todo el film vemos imágenes simbólicas como animales pudriéndose, plantas floreciendo, hongos consumiendo árboles, tierra volcánica y hasta injertos de frutas.
A pesar de todo esto tan interesante que les estoy contando, no quede completamente satisfecho con Spring a causa de su último acto en el que el desarrollo toma notas de clichés como “El amor lo puede todo” y un final menos ambiguo de lo que parece. Creo que todo se debe a que el personaje de Evan, pese a que lo presentan como un chico decente y una buena persona, no me terminó de agradar por completo, había mucho de “bro” en él y ver cómo la trama decide seguir sus caprichos en detrimento de su infinitamente más interesante compañera me enojó un poco.
Pero es una gran película sin duda alguna. No hable de su genial fotografía, de la forma en que usa drones para dar grandiosidad a varias escenas y obviamente no comenté mucho de su trama para no spoilearla, pero acepten esta recomendación, ya sea porque disfrutan del Body horror y quieren ver un giro interesante sobre el estilo Cornenbergiano o porque extrañan la relación de Ethan Hawke y Juliet Binoche cuando eran jóvenes.
CALIFICACIÓN: 7.5/10
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