El sub-género de los hombres lobo es probablemente uno de los que más me gusta y uno de los que tristemente menos películas genera hoy en día. Mientras los gringos prácticamente han abandonado a los licántropos nos ha tocado mirar hacia los cineastas canadienses y británicos para obtener algunas joyas del nuevo milenio como Ginger Snaps, Dog Soldiers o Howl, que es de la que hablaremos hoy.
Esta es, en su descripción más básica, una película de asedio. Ya saben, un grupo de personajes atrapados en un lugar que no pueden abandonar a causa de una amenaza externa. En este caso es un tren nocturno de pasajeros que queda varado en medio de un bosque en las afueras de Londres bajo la luna llena. El conductor baja del tren a tratar de solucionar la avería y es rápidamente destrozado por una extraña criat... es un hombre lobo, no lo ocultemos que ya lo sabemos. Pronto los demás se dan cuenta y comienza una tensa lucha por sobrevivir. Como es de esperar en esta clase de films los monstruos no son el único problema y las diferencias y luchas entre los mismos protagonistas van a ponerlos en peligro más de una vez. Es un escenario que hemos visto una y otra vez en películas de zombies, pero el cambio de monstruo le da un sabor especial.
El 90% de Howl se desarrolla en un tren y tenemos muy breves momentos en el bosque que lo rodea y las estaciones de origen y destino. Es verdad que es un escenario repetitivo y poco interesante que no permite mucha sofisticación a la hora de las escenas de acción y de mover la cámara entre los personajes, pero tiene dos cosas que funcionan a su favor. En primer lugar esta no es una película especialmente larga y es bastante económica en cuanto a su narrativa por lo que termina antes de que pueda hacerse pesada. Y en segundo lugar el ambiente opresivo y físicamente pequeño ayuda a incrementar las tensiones entre personajes lo cual es en realidad la carne y verdadero conflicto de esta historia.
Hay un enfoque muy interesante a la hora de presentar a las potenciales víctimas de los hombres lobo: Sus trabajos. El film comienza con Joe, el guardián de tren protagonista, dándose cuenta que le rechazaron para el cargo de supervisor y es obligado a servir de guarda en el tren de medianoche, su compañera de servicio es una mujer que trabaja doble turno para pagar sus estudios y poder dejar ese trabajo mientras entre los pasajeros se cuentan una mujer cuyo trabajo la mantiene alejada de su hija, un ejecutivo sin escrúpulos o un chico que ha decidido no ir a la universidad a pesar de ser muy talentoso. Esta relación de los personajes con sus labores es su principal carta de presentación y la forma en que nosotros nos relacionamos con ellos y entendemos sus reacciones ante la situación.
La simple falla en el servicio del tren es un detonante que todos conocemos bien. Alguna vez hemos sufrido por la falla de un servicio por el que estamos pagando y entendemos la reacción. Vemos cómo los pasajeros se enfrentan al guarda y a la chica de servicio aun a pesar de que ellos también son víctimas de la situación. Esto me ayuda a poner en perspectiva muchas veces en mi vida en que también he “atacado” por un mal servicio a un simple empleado que no tiene la culpa de nada. En todo caso es bueno ver como, a fin de cuentas, estas diferencias deben ponerse a un lado para enfrentar la amenaza mayor, el depredador que los acecha.
Aunque no me enamoró el diseño de los hombres lobo si debo aplaudir el trabajo de diseño y efectos especiales. Estas son criaturas muy grandes que encajan con la descripción que se les da en varios mitos (yo personalmente prefiero los lupinos “de trompa”, pero hey, entre gustos...) y resultan realmente amenazadoras. Nada de extrañar si tomamos en cuenta que su director Paul Hyett trabajó en los efectos especiales de películas tan geniales como The Descent o la misma Dog Soldiers. Cuando estos seres aparecen en pantalla sabemos que van a pasar cosas horribles. La combinación de su brutalidad y el encierro de los personajes aumenta el suspenso y la tensión a niveles altísimos y bien sabemos que hay personajes que no van a salir con vida, siendo destrozados de formas terribles. Ah si! Hay mucho gore en este película y de buena calidad, resaltando la escena en la que se destroza a golpes la cabeza de uno de los hombres lobo.
Howl no es la mejor película de hombres lobo, ni de lejos, pero es una que sirve para llenar el vacio que ha dejado este género. La forma en que explora la moralidad y preocupaciones de personas trabajadoras y la forma en que se relacionan entre ellos es bastante buena y deja algunas cosas en que pensar, aunque eso al final no la aleja de muchos clichés y elementos más que reconocidos del género ( es fácil adivinar quienes sobreviven, quienes mueren y hasta el orden en que lo hacen). En todo caso la recomiendo muchísimo, aunque se puede vivir si la dejan pasar.
CALIFICACIÓN: 7/10
1 comentario:
Me gusto pero los cliches (los personajes con su "personalidad"), el asedio mismo, a veces la vuelve monotona, pero todo lo demas, actores, efectos y unas 3 secuencias memorables la vuelven mas que aceptable.
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